viernes, 15 de mayo de 2015

La hora de los exámenes


Qué lejos queda mediados de Julio o finales de Agosto del 2014… Entonces muchos de nosotros nos pusimos manos a la obra con la  nueva temporada: entrenando, planificando o dirigiendo las primeras sesiones de entrenamiento, cada uno desde su posición.
Todos los equipos tienen una perspectiva bien clara y un final de camino bien definido para la temporada que da comienzo. Creen tener claro por lo que van a pelear durante el año y el objetivo que tienen que cumplir sus plantillas. Seguramente hagan una valoración bastante ajustada teniendo en cuenta muchos factores para dichas conclusiones: piensan en su presupuesto, en la calidad de sus jugadores, en el equilibrio de su plantilla, en los rivales con los que van a competir y en otros muchos aspectos “controlables” de una planificación de un equipo de fútbol.
Si el fútbol fuera una ciencia exacta y sólo dependiera de estas variables perdería todo su atractivo y dejaría de ser el deporte rey por excelencia. En muchos otros deportes, las probabilidades de darse un resultado sorpresa es mucho menor que en el fútbol. Es más complicado encontrarse con un tenista fuera del top-20 ganar un Grand Slam, o que un equipo de baloncesto con un presupuesto mucho más bajo que el resto gane una competición importante, que contar con un invitado de excepción por inesperado disputar una Liga o pelear por un objetivo mucho más ambicioso de lo que se le presuponía unos meses atrás.
El fútbol tiene muchos más aspectos incontrolables y variables que la mayoría de otros deportes, y creo que ése es uno de los principales motivos por los que es el deporte número 1 en cuanto a seguidores y practicantes.
Seguro que en vuestras competiciones, en las que jugáis, en las que entrenáis, o simplemente en las que participa el equipo del que sois aficionado, encontráis varios casos de “equipos revelación”.
Una mezcla de jugadores en el mejor estado de forma de sus carreras, buena conexión entre entrenador y jugadores, buena relación personal entre los dos jugadores de más talento del equipo, suerte con las lesiones, acierto en momentos determinados; son factores incontrolables a la hora de determinar los objetivos del equipo y, en cambio, son aspectos que pueden ser más determinantes y decisivos de lo que pensamos.
La falta de acierto en momentos y partidos clave, una mala decisión arbitral, lesiones inoportunas o de larga duración o el estado anímico del jugador más importante del equipo podrían ser circunstancias que hicieran que, a pesar de todos tus esfuerzos, no llegaras a cumplir tu objetivo.
Ahora que se están disputado o están por llegar partidos decisivos, que se está decidiendo el futuro de muchos equipos, me vienen a la cabeza muchos clubs que ven como cumplen o no su objetivo en función de muchos de estos factores.
Las dos semifinales de Champions han sido dos casos muy claros de esto que estoy hablando. Madrid y Bayern se han quedado en el camino por tener una noche ineficaz ante portería unos y por ver menguado su potencial en forma de bajas otros; factores incontrolables que llegan en el peor momento de la temporada.
El caso del Madrid es más sangrante aún, cuando tres días antes pierde prácticamente todas sus opciones en la Liga por acusar esa falta de acierto en el partido ante el Valencia. ¿Hablamos de un equipo que no tiene gol? ¿De un equipo que no crea suficientes ocasiones como para remontar un 2-1 en Champions? ¿Tan horribles son ahora esos jugadores? ¿Tan mal ha gestionado la plantilla el entrenador?
Muchas veces analizamos demasiado las situaciones, buscamos problemas que seguramente no sean tales, intentamos buscar culpables a una situación que es mucho más sencilla de lo que queremos ver. Un simple factor que no controlamos nos puede hacer cumplir o no cumplir nuestros objetivos, y no por ello debe variar el análisis.
Si estuviste peleando hasta el final por los objetivos que te fijaste en Julio, ten por seguridad que hiciste muy bien tu trabajo durante mucho tiempo. Que lo cumplas o no, muchas veces no dependerá de ti!! (si consigues que siempre dependa de ti, llámame para contármelo por favor; serías el primero en hacerlo)
Muchos de estos detalles podrás cuidarlos y entrenarlos e intentar que estén bajo tu control, pero siempre necesitarás que algún día esté de tu lado la suerte!! Teniendo en cuenta esto, podrás mantener tu equilibrio emocional, tener la conciencia tranquila y ser realista y agradecido con tu trabajo.
Sin más, que la suerte te acompañe!!!

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