Qué lejos queda mediados de Julio
o finales de Agosto del 2014… Entonces muchos de nosotros nos pusimos manos a
la obra con la nueva temporada:
entrenando, planificando o dirigiendo las primeras sesiones de entrenamiento,
cada uno desde su posición.
Todos los equipos tienen una
perspectiva bien clara y un final de camino bien definido para la temporada que
da comienzo. Creen tener claro por lo que van a pelear durante el año y el
objetivo que tienen que cumplir sus plantillas. Seguramente hagan una
valoración bastante ajustada teniendo en cuenta muchos factores para dichas
conclusiones: piensan en su presupuesto, en la calidad de sus jugadores, en el
equilibrio de su plantilla, en los rivales con los que van a competir y en
otros muchos aspectos “controlables” de una planificación de un equipo de
fútbol.
Si el fútbol fuera una ciencia
exacta y sólo dependiera de estas variables perdería todo su atractivo y
dejaría de ser el deporte rey por excelencia. En muchos otros deportes, las
probabilidades de darse un resultado sorpresa es mucho menor que en el fútbol.
Es más complicado encontrarse con un tenista fuera del top-20 ganar un Grand
Slam, o que un equipo de baloncesto con un presupuesto mucho más bajo que el
resto gane una competición importante, que contar con un invitado de excepción
por inesperado disputar una Liga o pelear por un objetivo mucho más ambicioso
de lo que se le presuponía unos meses atrás.
El fútbol tiene muchos más
aspectos incontrolables y variables que la mayoría de otros deportes, y creo
que ése es uno de los principales motivos por los que es el deporte número 1 en
cuanto a seguidores y practicantes.
Seguro que en vuestras
competiciones, en las que jugáis, en las que entrenáis, o simplemente en las
que participa el equipo del que sois aficionado, encontráis varios casos de
“equipos revelación”.
Una mezcla de jugadores en el
mejor estado de forma de sus carreras, buena conexión entre entrenador y
jugadores, buena relación personal entre los dos jugadores de más talento del
equipo, suerte con las lesiones, acierto en momentos determinados; son factores
incontrolables a la hora de determinar los objetivos del equipo y, en cambio,
son aspectos que pueden ser más determinantes y decisivos de lo que pensamos.
La falta de acierto en momentos y
partidos clave, una mala decisión arbitral, lesiones inoportunas o de larga
duración o el estado anímico del jugador más importante del equipo podrían ser
circunstancias que hicieran que, a pesar de todos tus esfuerzos, no llegaras a
cumplir tu objetivo.
Ahora que se están disputado o
están por llegar partidos decisivos, que se está decidiendo el futuro de muchos
equipos, me vienen a la cabeza muchos clubs que ven como cumplen o no su
objetivo en función de muchos de estos factores.
Las dos semifinales de Champions
han sido dos casos muy claros de esto que estoy hablando. Madrid y Bayern se han
quedado en el camino por tener una noche ineficaz ante portería unos y por ver
menguado su potencial en forma de bajas otros; factores incontrolables que
llegan en el peor momento de la temporada.
El caso del Madrid es más
sangrante aún, cuando tres días antes pierde prácticamente todas sus opciones
en la Liga por acusar esa falta de acierto en el partido ante el Valencia.
¿Hablamos de un equipo que no tiene gol? ¿De un equipo que no crea suficientes
ocasiones como para remontar un 2-1 en Champions? ¿Tan horribles son ahora esos
jugadores? ¿Tan mal ha gestionado la plantilla el entrenador?
Muchas veces analizamos demasiado
las situaciones, buscamos problemas que seguramente no sean tales, intentamos
buscar culpables a una situación que es mucho más sencilla de lo que queremos
ver. Un simple factor que no controlamos nos puede hacer cumplir o no cumplir
nuestros objetivos, y no por ello debe variar el análisis.
Si estuviste peleando hasta el
final por los objetivos que te fijaste en Julio, ten por seguridad que hiciste
muy bien tu trabajo durante mucho tiempo. Que lo cumplas o no, muchas veces no dependerá
de ti!! (si consigues que siempre dependa de ti, llámame para contármelo por
favor; serías el primero en hacerlo)
Muchos de estos detalles podrás
cuidarlos y entrenarlos e intentar que estén bajo tu control, pero siempre
necesitarás que algún día esté de tu lado la suerte!! Teniendo en cuenta esto,
podrás mantener tu equilibrio emocional, tener la conciencia tranquila y ser
realista y agradecido con tu trabajo.
Sin más, que la suerte te acompañe!!!